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lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Cómo prevenir el alzheimer?


¿Cómo prevenir el alzheimer? La respuesta la tienen 678 monjas y un científico. Las monjas eran las hermanas del Convento de Notre Dame, en Mankato, Minnesota, un grupo de mujeres particularmente longevas y lúcidas. El científico, David Snowdon, evaluó el rendimiento cognitivo de las hermanas y analizó sus cerebros post-mortem. Sus hallazgos fueron sorprendentes. En los cerebros de muchas de estas mujeres aparecían los signos patológicos típicos de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, esas mismas mujeres habían mostrado una lucidez en los últimos años de su vida aparentemente incompatible con los síntomas que asociamos a esta enfermedad.

¿Qué podía explicar esta discrepancia? Una vida llena de experiencias y estimulación intelectual parece estar en la clave de lo que hoy se denomina reserva cognitiva. La reserva cognitiva es la capacidad de sacar el máximo rendimiento a nuestro cerebro. Gracias a una propiedad cerebral conocida como plasticidad, el cerebro, nuestro ‘órgano jefe', es capaz de cambiar y modificarse incluso en la vejez. En el caso de las hermanas de Notre Dame, su labor docente, un estilo de vida activo y hábitos saludables parecían ser una combinación poderosísima contra la amenaza del alzhéimer.

En contra de lo que se pensaba tradicionalmente, los hallazgos científicos nos dicen que en la madurez también se generan nuevas neuronas y se establecen nuevas conexiones entre ellas. Esta es la base del aprendizaje. Usar estrategias como la organización y asociación de la información, el empleo de listas o el uso de agendas son algunas opciones para mejorar nuestro funcionamiento. Además, aprovechando el auge de las nuevas tecnologías, se han desarrollado programas más completos de entrenamiento cerebral. Estos programas persiguen fortalecer nuestras capacidades de atención, memoria, lenguaje, etc., a través de juegos y ejercicios que nos mantengan la mente activa. Nos protegen así de los efectos del tiempo y las enfermedades degenerativas.

Por: Marisa Fernández, Neuropsicóloga de Unobrain



¿Es posible borrar la huella de recuerdos temerosos?


Un nuevo estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia) muestra que, si se interfiere en la memoria del miedo en el momento justo y estos recuerdos son recientes, se puede debilitar su impacto en el cerebro. Este hallazgo ya se había probado en ratones.

Los científicos saben desde hace tiempo que la amígdala cerebral es una estructura de vital importancia para centralizar el miedo y almacenarlo a largo plazo. Según ha explicado a SINC Thomas Agren, coautor del estudio que publica la revista Science, en esta investigación se ha conseguido “ demostrar que es posible borrar la huella de los recuerdos temerosos en la memoria de dichas amígdalas y debilitarlos al interrumpir el período de reconsolidación en el cerebro”.

Agren y su equipo emplearon una técnica de resonancia magnética funcional para observar los efectos del miedo en personas, y descubrieron que, después de un impacto traumático, su recuerdo y su reconsolidación se fijan en la amígdala cerebral, al igual que pasaba con los ratones. “Nuestros resultados suponen que existe un mecanismo de actualización de la memoria que se ha conservado en muchas especies a través de su evolución, y la amígdala del cerebro sería el epicentro de la formación de dichos recuerdos traumáticos”, asegura Thomas.

Para comprobar si el proceso de borrado era igual en humanos, el equipo de científicos analizó el comportamiento de un grupo de personas a las que se les presentó varias imágenes que les provocaban temor. Para activar sus recuerdos les mostraron estas fotografías repetidamente hasta parar el proceso de consolidación.

“Los sujetos se mostraban conscientes hasta que recibieron el primer día el estímulo que les produjo el shock. A los cinco días del experimento, ya no mostraron reacciones de miedo al interrumpir el proceso de reconsolidación, ya que la memoria se hizo neutra y no incitó al miedo”, asegura el investigador.

El trabajo demostró que este mecanismo de actualización de los recuerdos en el cerebro puede ser interrumpido de tal forma que la amígdala ya no reacciona al miedo. “Por qué un recuerdo se vuelve inestable no está claro. Posiblemente es un mecanismo de actualización de la memoria que nos ayuda a añadir nueva información a los recuerdos o cambiar su valor emocional”, concluye Agren.

Según los investigadores, este nuevo trabajo supone un gran avance para conocer más sobre la memoria humana y podría ayudar a mejorar los tratamientos de problemas como la ansiedad o las fobias.



¿Por qué relacionan las calabazas a Halloween?


Dice la leyenda que, debido a su maldad extrema, un hombre irlandés llamado Jack no mereció un lugar ni en el cielo ni en el infierno cuando murió. Su espíritu se vio obligado a vagar por el mundo implorando la entrada en uno u otro sitio. Se manifestaba portando una calabaza hueca con una vela dentro y éste fue el símbolo más representativo desde entonces de la noche de Halloween. Otro relato, por ejemplo, sugiere que la calabaza adoptó semejante aspecto tétrico a causa de un castigo que una bruja impuso a Jack por negarse a ayudarle a preparar la sopa de Halloween. El muchacho desapareció en el interior de la calabaza y ésta adoptó rasgos semejantes al rostro humano.



Las máquinas que vigilan a los humanos


No se necesita ser Jason Bourne para eludir a un ordenador que nos vigila a través de las imágenes de una cámara de video. Basta con cruzarse con alguien que se nos parezca, aunque sea vagamente, y la máquina probablemente seguirá otra pista. Sin embargo esta posibilidad de "engañar al "vigilante podría llegar a su fin después de que investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) hayan encontrado el modo de mejorar en más del 30 por ciento la precisión del software de seguimiento de las personas. El truco: que la máquina observe no solo adonde se dirige un individuo sino también qué está haciendo.

“Hemos creado un programa que comprende cuál es la actividad en la que está involucrada una persona o un grupo y con ello podemos obtener resultados de seguimiento mucho más robustos y estables”, explica Silvio Savarese, profesor de ingeniería eléctrica, que asegura que se trata de una manera absolutamente nueva de resolver el problema del seguimiento. De hecho, el nuevo software reconoce interacciones tales como si un grupo de personas caminan juntas o por separado, si están paradas en una cola, si cruzan la calle, etc.

"Los movimientos de un individuo proporcionan información acerca de sus interacciones y las interacciones pueden pronosticar el comportamiento futuro de un individuo", aclaran los investigadores. Por ejemplo, cuando aparentemente dos personas caminan juntas y hablan, el ordenador puede "conectar sus pistas". Savarese y sus colegas enseñaron al ordenador a "pensar como un humano" introduciendo vídeos de sujetos con comportamientos etiquetados, para contribuir al reconocimiento de patrones sobre la base de la experiencia anterior. "Nuestro método reduce la complejidad computacional y hace posible que la máquina infiera qué hará una persona sobre la base de sus actividades como individuo, sus interacciones con otros individuos, y el comportamiento dentro de grupos más amplios", dijo Savarese.

El nuevo software se podría usar en aplicaciones que van desde la visión en robots a la observación de conjuntos de animales salvajes o la detección de actividades sospechosas e incluso delictivas en una multitud. Además, Savarese tiene una aplicación en mente relacionada con la conducción que ayudaría a que los conductores a vigilar a los peatones activando una alarma, o incluso los frenos, si un peatón da un paso inesperado en la calzada.


Fuente muyinteresante.es

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