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jueves, 4 de diciembre de 2014

Convierte la cámara de tu smartphone en una herramienta de oftalmología



Peek Retina, es un dispositivo desarrollado por Peek Vision, un equipo de especialistas en la salud, el cual pretende ofrecer un adaptador low cost que permita examinar la retina de cualquier persona sin disponer de demasiados medios. Por ello, han desarrollado un adaptador que transforma nuestro smartphone en una herramienta de oftalmología portátil. Pretende ser así una solución para aquellos médicos que están intentando poner fin a la ceguera en lugares donde no pueden disponer grandes recursos para combatirla.

Peek Retina se alza entonces como una alternativa cuando no se pueden realizar análisis ópticos utilizando los grandes y pesados equipos que ahora se disponen para ello. Lo único que necesitamos es acoplar este adaptador en la cámara de nuestro smartphone para recibir imágenes en alta resolución del ojo y la retina, ayudando entonces a diagnosticar problemas como cataratas o glaucomas. Así, el paciente puede recibir lo antes posible un tratamiento que le permita combatir ese inconveniente antes de llegar a la ceguera total.

Los desarrolladores han creado el dispositivo trabajando en conjunto con Médicos Sin Fronteras y la Agencia Internacional para la prevención de la Ceguera. Las organizaciones pretenden apoyar el desarrollo de estas tecnologías mediante donaciones que se destinarán a aspectos como:

Identificar la ceguera por cataratas: se trata de una operación de cirugía bastante simple que modifica muy positivamente la vida de la persona afectada.

Prevención de la ceguera por diabetes: Peek Retina se usará en países como Tanzania o La India, en donde será utilizado para diagnosticar los primeros síntomas de ceguera vinculados a la diabetes, permitiendo así salvar la vista de la gente antes de perderla en su totalidad.

Controlar indicios de Malaria: a través de la herramienta también se puede observar el ojo para identificar con rapidez la enfermedad de la Malaria.

El proyecto tiene previsto ser lanzado en octubre del 2015, mientras tanto podemos colaborar con la causa en la plataforma de crowdfunding Indiegogo, y por ejemplo destinar un dispositivo Peek Retina (75€) a la organización de Médicos Sin Fronteras.


La historia del gusano que vivió durante años dentro de un cerebro humano


Los parásitos son esos seres que viven a costa de otros. Los hay más y menos dañinos pero casi todos resultan desagradables. Especialmente si hablamos de parásitos del cerebro. ¿Se puede vivir con un gusano dentro de nuestra cabeza? Oh, sí. Y si no que se lo cuenten al hombre que hospedó a un Spirometra durante más de cuatro años.

Spirometra erinaceieuropaei es una especie de platelminto (o planarias, gusanos planos) que afecta esencialmente a animales domésticos. Su presencia en el intestino de gatos y perros no es demasiado extraña, sobre todo en presencia de agua como ríos o lagos. Pero, ¿cómo termina Spirometra en el cerebro de un hombre de 50 años? Es más, ¿qué estuvo haciendo este gusano durante los más de cuatro años que permaneció en el cerebro de este hombre? La historia de Spirometra y de su hospedador es interesantísima para la ciencia.

Resolviendo el misterio

La historia comienza así. Años atrás, un hombre Chino de unos 50 años llega a un hospital inglés aquejado de dolores de cabeza, recuerdos de olores y flashbacks anómalos así como otros síntomas inquietantes. Tras realizarle múltiples pruebas, los médicos descartaron la tuberculosis, sífilis, el lupus e incluso la enfermedad e Lyme. Pero las pruebas de resonancia magnética, aquellas capaces de "fotografiar" el cerebro por dentro, mostraban algo inusual. ¿Un tumor tal vez? La biopsia dio negativo. Ningún marcador de cáncer. Nada, tan solo inflamación.

El hombre fue dado de alta para volver al cabo del tiempo con los mismos síntomas. Durante el periodo siguiente se tomaron varias resonancias para tratar de descubrir el causante del problema. La región anómala tenía que estar relacionada, sin duda, pero ¿cómo? Los médicos se quedaron estupefactos cuando vieron como la extraña masa en su cerebro se movía. Finalmente decidieron operar al hombre y solucionar el problema de una vez por todas. Podéis imaginar la sorpresa que se llevaron al extraer de su cabeza un gusano de un centímetro de largo y varios milímetros de ancho.

El paseo gastronómico de Spirometra

¿Qué hace un gusano en un cerebro? Obviamente vivir. En este caso se dedicó a pasearse mientras se alimentaba. ¿Entonces se estaba comiendo el cerebro de su hospedador? Sí, pero no de la manera que creemos. Spirometra, como el resto de platelmintos cestodos, se alimenta a través de la piel por donde va absorbiendo ácidos grasos y otros nutrientes, de los cuales el cerebro es rico. Por tanto, Spirometra no devora el cerebro sino que va paseando absorbiendo todo lo que necesita mientras se abre paso lentamente entre el delicado tejido cerebral.

"Solo hay unos trescientos casos documentados desde los años 50 y muy pocos del cerebro"Su presencia y su paso provocan inflamación, que es la causa de los síntomas vividos por este hombre y de los cuales se recuperó satisfactoriamente tras extraer a Spirometra. La infección con Spirometra es algo verdaderamente inusual ya que es una especie típica de Asia y de la cual solo hay 300 casos documentados desde los años cincuenta. Y no todos en el cerebro. El ciclo de Spirometra erinaceieuropaei es bastante interesante ya que sus huevos (millones de ellos) eclosionan en el agua, infectan a diversos crustáceos minúsculos que son devorados por anfibios o peces y estos a su vez por otros animales como gatos y perros.

En estos animales es donde Spirometra termina de desarrollarse y poner los huevos que volverán al agua. El único medio por el que Spirometra puede pasar al ser humano es comiendo un pez o un anfibio infectado. Y aún así es una cuestión complicada. Una vez en el tracto, la larva plerocercoide (así se denomina el último estadio del gusano antes de ser adulto) se desplaza por el cuerpo infectando músculo, epidermis o, a veces, cerebro. Esta infección, conocida como esparganosis, no suele ser demasiado dañina en el caso de Spirometra y otros cestodos, aunque no por ello deja de ser molesta peligrosa. Pero al fin y al cabo, el ser humano suele ser un hospedador accidental y no el objetivo de estas especies.

Más allá del gusano en el cerebro

Decíamos antes que la ciencia a prestado especial interés al caso de esta Spirometra. Esta infección es extrañísima en Reino Unido así que los médicos enviaron el gusano a analizar. ¿Y cómo lo hicieron? Muy sencillo, con un análisis genético. Así constataron de que se trata de Spirometra erinaceieuropaei y no otra especie. Pero también comprobaron algo más. En primer lugar que su genoma es unas 10 veces más grande que el de otras "El genoma de Spirometra erinaceieuropaei es 10 veces más grande que el de otros platelmintos"especies de planarias. En segundo, que contiene una serie de genes que hacen a Spirometra resistente a varios medicamentos contra platelmintos.

El estudio del genoma también mostró los genes participantes en la infección, aquellos que expresan lo que necesita Spirometra para poder invadir a un animal. Esto es especialmente interesante ya que nos permite conocer mejor como funcionan estos parásitos y otros parecidos de su misma clase (y más comunes). De esta manera podemos desarrollar nuevas medidas de control y medicamentos contra otras esparganosis. Además nos da más pistas en el conocimiento de estos animales, cosa que siempre es interesante. Así que la historia de Spirometra acabó con su paseo y nuevos conocimientos genéticos sobre este animal y otros parásitos. Una información muy valiosa y que ayudará a abrir nuevas puertas en la búsqueda de los secretos de la vida.


¿Cuál es el ser vivo más grande del mundo?


¿La ballena azul? ¿El elefante africano? ¿La sequoia gigante? Vale, estos son organismos verdaderamente impresionantes. Pero no, ninguno es el ser vivo más grande del mundo. Éste mide como 1.665 campos de fútbol, es un asesino lento y frío y tiene un color dorado miel. Hablamos, por supuesto, de Armillaria sp.

Armillaria es en un parásito de los arboles y plantas que produce unas setas de color ámbar bastante bonitas y de aspecto apetitoso. Es más, algunas variedades de este hongo son comestibles y muy apreciadas entre los chefs de todo el mundo. Y eso que ha de ser bien cocinado ya que es ligeramente venenoso. Pero lo que más llama la atención no son estos detalles, sino su monstruoso tamaño y edad. Debajo de las montañas azules de Oregon, EEUU, reside el ser vivo más grande y uno de los más viejos del planeta.

¿Cómo es el ser vivo más grande?

Básicamente, este enorme ser, que no es un planta (no, los hongos no son plantas), es una masa increíblemente gigantesca que recorre el suelo por debajo de la hojarasca y la tierra apareciendo esporádicamente en forma de seta. Y así durante kilómetros y kilómetros. Las estimaciones actuales catalogan al ser vivo más grande del mundo con unas 965 hectáreas o 9.650.000 metros cuadrados. Más grande que algunas de las ciudades de mayor tamaño de nuestra época. Además, las estimaciones dicen que posee como mínimo unos 1500 años, aunque puede que mucho más. Si buscamos lo que encontraremos son un montón de filamentos, más bien discreto, muy diferentes de la seta de Armillaria.

Estos filamentos son en realidad el hongo, siendo más del 90% de su cuerpo así. A estos filamentos se les llama hifas. Las setas son en realidad un cuerpo de reproducción de los hongos, especialmente en basidiomicetes, como Armillaria, aunque no son comunes en todos los hongos. El ser vivo más grande del mundo, además, es parásito, destruyendo fácilmente muchas especies vegetales a su paso sin detenerse al mismo tiempo que va creciendo, poco a poco, en el manto del bosque, reptando mientras busca silenciosamente a su nueva víctima. Aunque también se alimenta de materia muerta, por lo que aunque resulta peligroso para muchas especies vegetales, es un parásito mas benigno que otras especies.

Midiendo al monstruo

Comprobar si este es en realidad Amillaria sp es el ser vivo más grande del mundo es algo bastante más difícil de lo que parece. Primero por que es un monstruo enorme pero prácticamente invisible. Al desplazarse casi bajo tierra solo se aprecia en lugares puntuales. ¿Cómo saber si esta seta pertenece al mismo organismo que vimos un kilómetro atrás? Muy sencillo, cogemos una muestra de cada y comparamos su ADN. Actualmente esto es bastante fácil de hacer. Algo lento dependiendo de los medios con los que contemos, pero simple. Además es mucho más barato que hace 10 años por ejemplo.

"Actualmente entendemos que un mismo organismo posee todas sus células con un mismo material genético idéntico"Por tanto, una vez que conocemos un poco mejor al ser vivo más grande del mundo, solo debemos buscarlo donde creeremos que estará, en un tocón muerto, tomar una muestra y compararla con la que conseguimos antes. Si el ADN es idéntico, hablamos del mismo organismo. Aunque se hubiese separado de otras partes de su cuerpo, hablaríamos del mismo Amillaria, como si nos hubieran cortado un miembro que sigue funcionando, ya que actualmente entendemos a un ser vivo como un organismo cuyas células son idénticas. Además, los hongos, especialmente los basidiomicetos, son capaces de reproducirse sexualmente para dar un descendiente, así que no hay excusas que valgan.

Tomando muestras de la zona en puntos aleatorios de zonas concretas podemos ir midiendo la extensión de este hongo, de manera que podemos estimar su verdadero tamaño (el cual crece a medida que vamos midiendo más y más). Es más, gracias al ADN, comparando la secuencia del ser vivo más grande del mundo con otras secuencias conocidas, podemos saber que edad tiene, más o menos. Sabemos que con el tiempo el ADN acumula mutaciones a cierto ritmo conocido, aunque otro día hablaremos de los relojes genéticos. Si además comparamos lo que nos dice su ADN con el tamaño que debería tener según su ritmo de crecimiento podremos estimar bastante bien su edad: unos 2400 años, nada más y nada menos.
El asesino más viejo del mundo

Pero no se queda la cosa ahí. Algunos datos apuntan a que su edad real podría ser de unos 8.650 años. Si esto es cierto hablaríamos del organismo más vivo más viejo del mundo. Por ahora ese título lo ostenta Posidonia oceanica, una planta con flor marina, que no un alga, y cuyo arrecife en las baleares consta de unos 4.500 años al menos. Y durante este tiempo, Armillaria lleva parasitando especies vegetales y alimentándose de sus cadáveres. "La edad estimada es de 2.400 años pero podría tener hasta 8.650"Pero esto del todo no es malo, gracias a los hongos el ciclo de la vida continua. Especies como ésta son capaces de descomponer materia imposible para otros seres vivos.

Así la transforman en otros compuestos que sí que pueden ser utilizados por animales y plantas. Por ejemplo los troncos de los árboles, de donde obtienen azúcares esenciales y que son sencillamente fibra inútil para el resto de seres vivos. Aún así, todo el género Armillaria, al que pertenece el ser vivo más grande, es capaz de matar muchas de las especies vegetales con las que se topa, siendo el origen de la temida "podredumbre blanca", y si no se controla, convirtiéndose en la "pesadilla de los jardineros" como se conoce en otros países. Y es que lleva asesinando plantas lentamente desde hace miles de años.
Algunas curiosidades

Por si no fuera ya llamativo de por sí, si el ser vivo más grande del mundo no te ha impresionado lo más mínimo, aquí te contamos algunas curiosidades de este hongo y el género Armillaria.

Fuego frío


Parte del género Armillaria es bioluminiscente, es decir, brilla. Algunas especies de este género producen el conocido como "fuego frío" o "fuego de las hadas", llamado en inglés como "Foxfire", gracias a la luciferina y luciferasa, sustrato y enzima que generan una bonita luz verdosa fosforescente.
Tóxicamente comestible, pero sin alcohol

Como comentábamos antes, la Armillaria es tóxica, pero también comestible. De hecho solo se come el sombrero, ya que el resto de la seta es demasiado dura. Esto se debe a que su toxina, como muchas otras en todos los reinos, no resisten al calor y dejan de tener su efecto tóxico. Otra característica especial, aunque solo ocurre con ciertas especies, es que no deben tomarse con alcohol ya que provocan malestar, vómitos y alguna que otra reacción adversa.
En ucraniano, por favor

Una cuestión muy curiosa es que en Canadá y parte de América, Armillaria es también conocida como openky o pidpenky, que viene del ucraniano cuyo origen significa "bajo el tocón". Así es como se conoce al hongo de miel en Europa del Este, aunque las razones de por qué ha llegado a extenderse este nombre en el continente americano no quedan demasiado claras.


El mito de necesitar ocho horas de sueño


"Oye, y tú ¿a qué hora te acuestas?"
"mmmh, sobre la 1h más o menos"
"¿y a qué hora te levantas?"
(...)
"a las 6h30" (dicho casi con culpabilidad)

Sí, los que dormimos poco lo pasamos mal a la hora de justificar el tiempo que pasamos en horizontal. Es como el que está haciendo algo mal e intenta por todos los medios evitar hablar sobre el asunto. "Pero ¡si casi no duermes! ¡Vas a ponerte enfermo!", son parte de las reprimendas a voz en grito que tenemos que soportar. Y no vale la pena explicar que para nosotros, con 5 o 6 horas es más que suficiente para estar al día siguiente operativo, o que de hecho, el fin de semana, nos cuesta Dios y ayuda aguantar en la cama hasta la ocho.

Y claro, esa presión social hace que nuestro estrés se dispare: nos sentimos mal, y comenzamos a pensar que estamos enfermando. Es posible que algunas noches incluso durmamos menos o bien nos desvelemos en horas antes del amanecer sin más motivo. Al día siguiente estamos bien, tal vez un poco más somnolientos a primera hora pero podemos funcionar a la perfección sin notar nada en especial. De hecho, lo que realmente estresa a los que duermen poco es la idea de estar perjudicando su cuerpo. Pero... ¿hay una base científica para ello?

Dormir lo que pida el cuerpo

Si eres uno de estos noctámbulos, te tranquilizará saber que no, no hay una cantidad mínima a de horas de sueño bajo la cual tu cuerpo se resienta. Las ochos horas en los brazos de Morfeo no son en realidad, más que un mito, una cifra orientativa que de la noche a la mañana se ha convertido en una regla convencional que nos tiraniza. Y si la búsqueda de las preciadas ocho horas te ha hecho caer en manos de los tranquilizantes y ansiolíticos, puedes ir dejando de tomar pastillas: será tu cuerpo quien indique cuál es la cantidad de sueño ideal para él.

En este caso, el dicho de "dormir lo que te pida el cuerpo" es más literal que nunca: para unos serán 9 horas, otros con 5 basta, e incluso habrá quienes necesiten todavía menos. Y no lo decimos nosotros, sino las conclusiones del mayor estudio llevado a cabo sobre el asunto. Han sido más de un millón los que han participado en el mismo para concluir que, siéntate bien, dormir entre 5 y 6 horas es todavía mejor que hacerlo ocho.

Pasarse durmiendo sí que es malo

Pero por si todavía no te hemos terminado de convencer, espera a lo siguiente que esta noche sí que vas a dormir tranquilo: los expertos han averiguado que forzar las horas de sueño y dormir más de lo que necesitamos es perjudicial para nuestra salud. Diabetes, obesidad y enfermedades cardiacas arrojan una elevada correlación con el exceso de horas de sueño, con lo que hay que tener en cuenta este dato. Al final, la naturaleza es sabia, y pedirá al cuerpo las horas necesarias de sueño. Ni una más.

Claro que otro asunto bien diferente es que uno no pueda dormir por preocupaciones, estrés o disgustos personales o profesionales, y en ese caso si convendría recurrir a inductores del sueño temporalmente. En cualquier caso, los estudios también han demostrado que los insomnes no gozan de una mala salud, y de hecho, las muertes por la toma de somníferos son mucho más elevadas que las derivadas de una u otra manera por pocas horas de sueño. Y para terminar con esta defensa de los que dormimos poco, recordar otro contundente dato del mega estudio que hemos citado: los que duermen entre 6 y 7 horas a diario, tienen una tasa de mortalidad inferior que los que lo hacen ocho. ¿Convencido?


Sí, el síndrome del “cuello de texto” es real y es culpa de tu adicción al móvil


El desarrollo de la ciencia y la tecnología ha ayudado a la humanidad en muchos aspectos de la vida, sin embargo, algunas veces este beneficio puede venir acompañado de consecuencias sobre nuestra propia salud. Bien conocido es el caso de Marie Curie, la primera mujer en ganar dos premios Nobel en distintas categorías, Física y Química por sus estudios en el aún desconocido campo de la radiactividad, pero que lamentablemente perdió la vida a causa de las constantes exposiciones radioactivas que su trabajo le demandaba. Y es que la exposición constante a cierto tipo de materiales o el uso excesivo de ciertos aparatos al final de la vida terminan pasándonos la factura por tanto tiempo de uso.

Pasar mucho tiempo revisando el móvil —u otros dispositivos como tablets, laptops y consolas portátiles de videojuegos— también puede estar afectando tu salud y causándote dolor; y no, no tiene nada que ver con esas veces en que te quedas dormido y se te cae el celular en la cara. De lo que hablo es de un nuevo síndrome que está afectando a mucha gente en todo el mundo.

El "cuello de texto" (text neck) es un término acuñado por el Dr. Dean Fishman para describir el dolor del cuello, cabeza y hombros causado por la posición hacia delante y hacia abajo de estas partes de nuestro cuerpo y que ejercen una fuerte presión sobre la columna vertebral, se encuentra asociado en la mayoría de los casos por pasar mucho tiempo revisando en mano el móvil o cualquier otro dispositivo.

Efectos del "cuello de texto"

Numerosos estudios han demostrado que los efectos que puede causar este padecimiento a nuestra salud son graves. Esta postura antinatural puede llegar a alterar la curvatura original de la columna vertebral de nuestro cuerpo, evitando que podamos corregirla en los peores casos.

Entre los efectos más comunes se encuentran:

Fuertes dolores a causa de la tensión muscular prolongada y aparición de hernias de disco o compresión de los nervios de la columna.

Disfunción respiratoria debido al dolor crónico que los pacientes experimental alrededor del cuello.

El peso de la cabeza puede aumentar casi 5 g más por cada centímetro de inclinación hacia delante respecto de la postura recta de nuestro cuerpo.

La postura de la cabeza hacia delante puede agregar más de 13 kg de "apalancamiento" anormal sobre la línea natural de la columna vertebral, causando la desalineación de la misma.

Deformación de la curva natural del cuello que puede provocar artritis a una edad temprana.

Pérdida de la capacidad vital de los pulmones hasta en un 30%. La falta de respiración podría originar alguna enfermedad cardíaca o arterial.

Todo el sistema digestivo se ve comprometido debido a esta postura incorrecta del cuerpo. El intestino grueso es uno de los principales afectados provocando problemas de evacuación.

Aunque cualquiera es propenso a sufrir "cuello de texto", este padecimiento se está convirtiendo en una epidemia entre la población de los países más desarrollados, afectando principalmente a niños y jóvenes.

Recomendaciones

La mayoría de las personas —me incluyo— se mantienen todo el tiempo ocupadas de lo que pasa en su teléfono y esto no siempre es bueno porque nos perdemos de muchas cosas que pasan a nuestro alrededor.

Los malas prácticas respecto al uso de la tecnología han permitido que se originen padecimientos como el "cuello de texto" en sociedades altamente globalizadas en donde los padres prefieren darle una tablet a su hijo para que se entretenga y no los moleste que salir al parque a jugar con él. Los jóvenes tienen más vida "digital" que vida real y se olvidan de la importancia de la convivencia en familia.

Existen profesiones que requieren pasar un tiempo considerable frente a la computadora, pero el tiempo que dedicamos para el descanso se debe pasar precisamente descansando, porque con ello se relajan nuestros músculos y nuestra vista. En la oficina procura tomar descansos cada dos horas para tomar agua o ir al baño. Trata de enderezar tu postura cuando te notes encorvado y mantén el móvil al mismo nivel de tus ojos frente a tu cara cuando lo utilices.

En este post estamos sugiriendo que pases el menor tiempo posible con el móvil, pero si tu adicción no te lo permite, puedes buscar algunas aplicaciones que te notificarán el momento preciso para tomar un descanso o una rutina de ejercicios para realizar en la comodidad de tu oficina. Text Neck Indicator es una útil aplicación para Android del Instituto del Dr. Fishman que te ayudará a saber si sostienes el móvil en la posición correcta.

Recuerda administrar adecuadamente el tiempo que pasas viendo tu teléfono o tableta para evitar sufrir algún padecimiento futuro, pues nada hay más importante que el cuidado de tu propia salud.


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